viernes, octubre 02, 2009

BERCIANISMO NO ES CHAUVINISMO
NI PERSONALISMO

Mural electoral de Independientes del Bierzo (IB). Foto del año 1979
Autor foto: Javier Cela

El encabezamiento con el que comenzamos da una pista clara para que cualquier lector mínimamente avezado “adivine” que va tratar el siguiente artículo.

El Sr. Tarsicio Carballo, presidente de un partido, el Partido Regionalista de El Bierzo y voz de dicho partido (nos atreveríamos a decir que la única ya que no tenemos constancia de declaraciones de otro, excepto de su abogado) se atribuye a si mismo la “fundación del Bercianismo”, obviando que, antes de que el hablara de Bercianismo, ya existían no solo personas que hablaban de ese Bercianismo, como fue la realización del Manifiesto Berciano, uno de los intentos más importantes de conseguir un regionalismo berciano, un Bercianismo fuerte y reivindicativo, (pueden ver una de sus notas en la imagen que aportamos y la relación de los 100 primeros firmantes entre que no estaba el autoproclamado fundador del Bercianismo, publicada a toda página en la prensa local) e incluso formaciones políticas (es el caso de Independientes del Bierzo (IB), que tenían un logo muy similar al que después fue el del Partido de El Bierzo PB, pueden ver imagen al comienzo de este artículo) mientras él, el sr. Tarsicio, dedicaba misivas en la prensa local que por su contenido hoy, él mismo, pensamos que seguro las tacharía de leonesistas (véase la carta del semanario Aquiana firmada por D. Tarsicio titulada “Cuando un Berciano es leonés”).

Carta publicada por Tarsicio en el semanario Aquiana (año 1970).
(Subrayado un párrafo que no dudamos que hoy el propio autor tacharía de leonesista. Es lo que tiene la tecnologia, que muchas veces, nos permite recuperar lo que hasta el propio autor cree perdido y olvidado )


Pero cualquiera es libre de cambiar de parecer en democracia, solo faltaba, y de que no lo tilden de “traidor” Ese tipo de política, la del insulto, califica a quién la hace, y no merece mayor contestación que ignorarlo. Pero también puede ocurrir que el observador independiente se crea eso de que “él que calla otorga” y claro está, no debemos permitir que alguien ya no solo se arroje, atrevida y falsamente, la creación y fundación del Bercianismo, sino que hable por el Bercianismo y, por ahí no debemos pasar. No podemos permitir que el Sr. Tarsicio se atreva a hablar en nombre del Bercianismo, puede, y de hecho lo hace, hablar en nombre de “su” partido (recalcamos el “su” porque él se encarga de decir una y otra vez que es “su” partido, no sabemos si los miembros de “su” partido son también de su propiedad), y no podemos permitir que hable en nombre del Bercianismo, porque numerosas veces sus palabras no solo no coinciden con lo que opinamos muchos bercianistas, sino que nos causan sonrojo.

Noticia sobre el Manifiesto Berciano y 100 primeros firmantes (año 1978). (Imagen de las noticias publicadas desaparecido semanario Aquiana)

Sonrojo, cuando no algo mucho más fuerte, nos causa que celebre ser absuelto de una acusación de proferir insultos en León tras ser condenado en 1ª instancia en Ponferrada (quedémonos, también, con lo paradójico y anecdótico de los respectivos lugares protagonistas de la condena y apelación), pero tras negar que él hubiera insultado y, por tanto, dejar al periodista que transcribió sus declaraciones de mentiroso, se despacha insultando nuevamente (tal vez los periodistas se estén planteando llevar, a partir de ahora, un notario cuando el Sr. Tarsicio haga declaraciones). Ser denunciado y condenado, aunque después uno se libre echando la culpa al mensajero, no es para celebrarlo y menos recreándose nuevamente en insultos y descalificaciones.


Si esta situación nos produce un inmenso sonrojo, cuando entramos en el terreno cultural ya no sabemos de que color ponernos. El Sr. Carballo (o el PRB, ya que, recordemos nuevamente, según él, es “su partido”) no se limita a exponer las teorías históricas que cree son ciertas, y en las que muchas podemos llegar a coincidir, ya que proceden de personas con conocimientos en historia o arqueología, caso del posible emplazamiento del Monte Medulio en la Sierra de la Lastra (teoría expuesta en el año 1997 en la revista del IEB por D. Vicente Fernández y Leandro Fernández), el problema, como decimos, no está en exponer estas teorías sino en descalificar las de los demás simplemente por que no coinciden con lo que él cree que debe ser. Es el caso de las teorías, equivocadas o no, no lo estamos debatiendo ahora, del emplazamiento de Bergida (que no de Castro Bergidum, no confundamos) fuera de El Bierzo. Se puede no estar de acuerdo, por supuesto, pero dando razones y no descalificando el trabajo de los demás, eso no es Bercianismo, eso es chauvinismo, el creer que lo propio es mejor que lo de los demás porque si, y que él que no está de acuerdo contigo está equivocado (esto tiene otro nombre y es todavía, si cabe, peor).


Hace poco el Sr. Tarsicio y unos acompañantes se retraban y mandaban una foto a la prensa en la que aparecían con pico y pala en lo que, siempre según ellos, era el Monte Medulio (decimos “según ellos” porque solo se atisbaba a los protagonistas, las citadas herramientas y maleza, aunque no dudamos que se encontrasen allí) diciendo que iban a limpiarlo. No se si ustedes, sres. lectores, conocen el estudio del Sr. Vicente Fernández, pero pretender limpiar la extensión que se delimita como Monte Medulio con un par de picos y palas es una tarea imposible, a no ser que se disponga de meses o años, y por otro lado, aquí viene lo más grave: los yacimientos arqueológicos, inventariados o no, están protegidos por la Ley de Patrimonio, y no se debe realizar ninguna clase de trabajos en ellos sin la correspondiente autorización y supervisión por personal cualificado. La razón es obvia, lo que para un inexperto es tierra, puede contener pistas que un experto detectaría, por eso debe existir esa supervisión cualificada. Por suerte, advertida la Guardia Civil del puesto correspondiente (Toral de los Vados) por esta asociación cultural, nos comunicaron que la extensión de las excavaciones había sido ínfima, no continuando desde el día que salió en el periódico. De todos modos ¿Qué sentido tiene ponerse a limpiar y excavar un yacimiento arqueológico sin que haya un plan para acondicionar de cara al turismo el entorno (y que por tanto se llenara de maleza, nuevamente, al poco) o sin que un experto inventarié y clasifiqué los posibles hallazgos. Lo que sospechamos, y creemos que cualquiera tendrá sospechas similares, es que lo que ha pasado era que “había que sacarse la foto”, y esto, hacerse publicidad a costa de supuestos trabajos de limpieza, que lo haga el Sr. Tarsicio y “su partido” nos da igual, pero lo que no podemos permitir que se relacione Bercianismo con estas practicas publicitarias. No es un buen ejemplo y los partidos y asociaciones deben dar ejemplo y seguir los protocolos que marca la Ley, protocolos que tienen un sentido y no son arbitrarios.


Otro caso que nos ha causado sonrojo es el de Castro Bergidum y las descalificaciones que ha vertido el Sr. Tarsicio contra el consorcio, simplemente porque estos le llamaron la atención por unas declaraciones anteriores en las que le advertían que se informara antes de hablar. Todo venía porque se acusaba al consorcio de Castro Bergidum de tener parados los trabajos y estos les respondían que estaban terminando, tras haber hecho las catas correspondientes, de comprar terrenos. Esto, que se podía haber solucionado invirtiendo algo de tiempo en informarse antes de hablar (algo que nosotros hemos hecho respecto al asunto de las excavaciones de Castro Bergidum), termina siendo otra sesión de descalificaciones, ahora a cuenta de las preferencias políticas del responsable del consorcio. En vez de rebatir lo dicho o si no hay nada más que decir callarse, ataca a una persona por el simple hecho de ser políticamente de unas preferencias distintas. esto en vez de ser Bercianismo, recuerda a esos leonesistas que atacan acusando a todo berciano que no está de acuerdo con sus tesis de ser galleguistas, parece que el Sr. Carballo no esté tan lejano de esos leonesistas como él parece creer.


Lo más importante, el insulto no es un argumento.

Seguro que hubo muchas razones para expulsar al Sr. Tarsicio del Partido de El Bierzo, principalmente, según se ha desvelado, la falta de democracia interna y el autoritarismo, pero estamos seguros que otra de las que más pesaron es que no se puede permitir que el dirigente de un partido político use el insulto como argumento. Si quiere hacerlo que lo haga en “su partido”. Lo triste es que aún haya gente que crea que un partido es propiedad de su presidente, a esa gente habría que explicarles que cuando se entra a jugar en democracia hay unas reglas y esas reglas conllevan el pertenecer a un partido y no ser dueño de él. Lamentablemente todos conocemos a personas que solo comprenden el imponer y desconocen la palabra participar. El Bercianismo no es personalismo, es de todos y de nadie.