EL MONASTERIO DE SAN JUAN DE MONTEALEGRE
Este era su aspecto a principios del siglo XX. Nada que ver con las ruinas actuales.
Una de las primeras referencias a este Monasterio nos llega desde el año 946, año en el que su abad, Pimolo, se encuentra entre los asistentes al Concilio de Irago. En aquel momento, el Monasterio, se llamaba San Martín de Montes, aunque tras su conversión en hospicio su advocación se hiciera a San Juan y añadiéndosele Montealegre por ser este el pueblo del que era parroquia. La fabrica actual es románica, y poco se conserva de su pasado esplendor.
Pero esto no va mucho que no fue así. A principios de siglo se conservaba en muy buen estado (véase la foto adjunta) pero durante el siglo XX sufrió innumerables desatinos y expolios desapareciendo parte de los ajedrezados, la sillería de granito (con marcas de hasta seis canteros diferentes), los arquitos murales con decoración de billetes a manos de expoliadores profesionales y aficionados añadiéndosele a esto la perdida de casi todos los restos de sus pinturas murales, solo conservándose, a la intemperie, parte de ellas en su ábside izquierdo. La espadaña construida en el siglo XVI, con muros de más de tres metros de espesor, conserva en su interior los restos de una preciosa escalera de caracol, hoy, como con el resto, solo conserva sus ruinas.
(Foto 1)Marcas de hasta seis canteros diferentes en la sillería. (Foto 2) Restos de pinturas murales en el ábside izquierdo.
Actualmente, una, a todas luces insuficiente, verja metálica “protege” los restos. Dicha verja ya ha sufrido una ruptura (algo que hemos puesto en conocimiento de las autoridades) por la que sin duda ha entrado más de un amigo de lo ajeno a continuar con la tradición expoliadora.
Andrés Viloria escribió un libro llamado Torre del Bierzo en el año 1983 en el que aún nombra (y dibuja, pero me imagino que el dibujo estará bajo derechos de autor y no debemos publicarlo) las columnas con sus capiteles de estilo corintio, decorados con hojas lisas o retalladas, caulículos a veces, otro con cabezas humanas y ya habla de la desaparición de otro valioso capitel decorado con hombres y tres leones que el historiador Gómez Moreno relato en su visita a principios del siglo XX, cuando aún la iglesia estaba abierta al culto. La gran mayoría del ábside central ha “desaparecido” (no derrumbado ya que no se observan los restos en las inmediaciones) desde 1983.
Por lo que sabemos, la gran mayoría de los objetos litúrgicos fueron trasladados a la iglesia de Montealegre, entre ellos una valiosa pila bautismal. No hemos podido comprobar si se conservan.
A este expolio contribuye su difícil acceso y asilamiento, todo esto a pesar de encontrarse ¡a menos de 5 kms de la A-6!, pero aún así llegar al Monasterio es toda una odisea. La falta de carteles indicadores es un hecho, y pretender llegar desde Torre del Bierzo o desde La Silva supone perderse una y otra vez entre caminos que llevan a antiguas minas abandonadas. Solo desde Montealegre (pueblo que acoge un miliario como fuente) y gracias a la amabilidad de sus vecinos, se puede llegar relativamente bien, seguramente tras haberte equivocado de camino un par de veces.
Aspecto del ábside izquierdo desde el ábside central.
El problema es que este Monasterio, el pueblo de Montealegre y el de La Silva a pesar de encontrarse dentro de El Bierzo geográficamente, pertenecen al municipio cepedano de Villagatón, cuya cabeza municipal dista cerca de 18 kms. Es por ello que aunque la Mirada Circular (que está realizando una encomiable labor señalizando rutas) o el Consejo de El Bierzo, pretendan intervenir, no podrán al situarse fuera de sus competencias. El Partido de El Bierzo, siguiendo nuestro convenio de colaboración, se hace eco de nuestras demandas, en las que coincidimos plenamente, y solicita que se intervenga en la conservación y señalización, evitándose que lo poco que queda termine por desaparecer. Sirvan estas fotos de testigo de la agonía de este monumento.Espadaña del siglo XVI con muros de más de tres metros de grosor y detalle de la escalera de caracol.
Por último recordar que desde tiempo inmemorial y hasta 1911 se realizaba en este lugar una de las romerías más concurridas. Se realizaba el 24 de Junio, San Juan, y no solo acudian gentes denuestra región, sino también gentes de las comarcas leonesas de la Cepeda, La Maragatería y montañeses.
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